La costa de Valencia es uno de los destinos mediterráneos con más oferta cultural, de ocio y natural. Con playas de arena fina y aguas limpias, montañas que ofrecen bellos paisajes (como el Pic Montdúver y el Barranc de l'Infern), museos temáticos, y la espectacular Ciudad de las Artes y las Ciencias, Valencia no aburrirá jamás al visitante. Se trata de un destino lleno de historia y de lugares populares (como sus huertas o sus playas) que permitirán al turista conocer la singularidad de sus gentes, la grandeza de su capital y el ambiente rural y tradicional de sus pueblos.

Fundada por los romanos en el año 138 a.C. sobre una isla del río Turia, Valencia ha sido una de las ciudades más importantes de España, sobre todo después de la conquista catalano-aragonesa, en el siglo XIII. Antes, los musulmanes dejaron una profunda huella en la configuración urbana de la capital, en los pueblos de toda la comunidad y, obviamente, en la agricultura.

La Reconquista, de manos del Rey Jaime I, proporcionó a Valencia el dinamismo económico y político necesario para convertirse, poco a poco, en una urbe considerable, que tuvo en la Guerra de la Independencia un nuevo capítulo histórico destacable. Hoy es la tercera ciudad española y uno de los centros turísticos más importantes de la península.

La gastronomía valenciana está presidida, internacionalmente, por sus arroces. A banda, al horno, con judías y nabos, en cazuela, de carne, etc. harán las delicias de los visitantes, en cualquier rincón de la provincia. La paella, humilde plato proveniente de las barracas de los huertos valencianos, saltó a la fama en el siglo XIX para consolidarse hoy como uno de los platos más ricos y famosos de España. Gracias a la huerta de la Safor y de otros enclaves, las verduras y la fruta son de primera calidad. Mariscos, pescados y una repostería dulce de origen musulmán colmarán el apetito del turista, mientras contempla el devenir de la ciudad, el pueblo o la playa.

En la misma capital, Valencia, se puede admirar la Plaza del Ayuntamiento, el Mercado Central, la Lonja, la Capilla del Santo Cáliz, la Basílica de los Desamparados y el Museo del Artista Fallero, entre otros lugares de interés. Mención y visita aparte merece La Ciudad de Las Artes y las Ciencias, con el Museo Oceanográfico, la Ciudad Submarina y el Museo de las Ciencias.

Muy cerca de Valencia, Cullera, el valle de Valldigna y los pueblos de Tabernes, Benifarió y Simat merecen una escapada, para ver cosas como el monasterio de Santa María o la impresionante panorámica que se puede ver desde el mirador de Cullera.

Para los amantes del sol y la playa, visiten, sin dudarlo, Benidorm. Muy cerca, en Guadalest, pueden admirar el casco antiguo, las ruinas del Castillo o la casa-museo de Orduña.