La Costa del Maresme es una franja costera en la provincia de Barcelona que se extiende desde Montgat, cerca de Barcelona, hasta Blanes, donde comienza la Costa Brava. Es conocida por sus amplias y largas playas de arena dorada en las zonas de Calella, Pineda de Mar, Santa Susanna y Malgrat de Mar, con un clima Mediterráneo y rodeado de pueblos con encanto como Arenys de Mar con un activo puerto pesquero; Canet de Mar, cuna del Modernismo; Calella, uno de los centros turísticos más importantes con un pintoresco casco antíguo o Mataró, capital de la comarca, con un atractivo centro histórico.
La Costa del Maresme tiene una historia rica y diversa, marcada por su ubicación estratégica entre Barcelona y la Costa Brava. Su evolución ha estado influenciada por el comercio, la pesca, la agricultura y, más recientemente, el turismo.
Se han hallado restos íberos en varias localidades, como en Cabrera de Mar, donde existía un poblado fortificado. Durante la época romana, el Maresme formaba parte de la provincia Tarraconense, con asentamientos importantes como Iluro (Mataró). Se desarrollaron villas romanas, dedicadas a la producción de vino y cereales, que se exportaban por el puerto de Mataró.
Con la caída del Imperio Romano, el territorio fue ocupado por visigodos y posteriormente por los musulmanes hasta la conquista carolingia en el siglo IX. Se crearon castillos y torres de vigilancia para defenderse de los piratas berberiscos, como los de Palafolls, Burriac y Montpalau.
En los siglos XIV y XV, el comercio marítimo y la pesca se consolidaron en poblaciones como Arenys de Mar y Canet de Mar. El Maresme vivió un auge gracias a la industria textil y el comercio con América. Muchos marineros y comerciantes del Maresme participaron en las rutas coloniales, y algunas fortunas locales se forjaron en el comercio ultramarino. Se construyeron iglesias de estilo gótico y barroco, como la Basílica de Santa Maria de Mataró.
La llegada del ferrocarril en 1848, con la línea Barcelona-Mataró (la primera de España), impulsó la economía y facilitó la comunicación con Barcelona. Se desarrolló la industria textil, especialmente en Mataró y Canet de Mar. El modernismo catalán dejó una fuerte huella, con edificios de arquitectos como Lluís Domènech i Montaner, destacando la Casa Roura (Canet de Mar).
A mediados del siglo XX, con el crecimiento del turismo en España, la Costa del Maresme se convirtió en un destino vacacional. Se construyeron hoteles, campings y paseos marítimos, atrayendo turismo nacional e internacional, sobre todo en Calella, Pineda de Mar y Malgrat de Mar. Hoy en día, el Maresme mantiene un equilibrio entre turismo, agricultura y tradición, ofreciendo una combinación de historia, cultura y naturaleza.
La gastronomía de la Costa del Maresme es una deliciosa fusión de productos del mar y la huerta, con influencias de la cocina tradicional catalana. Gracias a su ubicación entre el Mediterráneo y el interior montañoso, ofrece una gran variedad de platos y productos autóctonos. Destacan platos y productos típicos como el suquet de peix, un guiso marinero con pescado fresco, patatas y un sofrito de tomate y ajo, las gambas de Arenys, marisco de gran calidad, apreciado por su sabor intenso y su textura delicada, calamares a la romana, fideuà y arroces marineros preparados con sepia, gambas y caldo de pescado. Como productos de la huerta hay que mencionar las fresas del Maresme, dulces y aromáticas, son un producto estrella de la comarca. Los guisantes de Llavaneres ("pèsols de la floreta"), conocidos como el "caviar verde", se usan en platos tradicionales como los guisantes salteados con butifarra negra. Las judías del ganxet, muy valoradas por su textura cremosa. Entre los dulces encontramos la coca de Llavaneras, un hojaldre relleno de crema y cubierto de azúcar y piñones y los Panellets, pequeños dulces de mazapán, típicos de la festividad de Todos los Santos.
A tan sólo 45 minutos, el visitante podrá llegar hasta Barcelona y contemplar la Sagrada Familia, el Pueblo Español, la Catedral, las Ramblas y el Barrio Gótico.
Junto a la capital catalana, se encuentra el Monasterio de Montserrat, donde está la patrona de Cataluña, la Virgen de Montserrat, 'La Moreneta', y el coro de niños cantores de la Escolania. En Tordera destaca el mercadillo y el espectáculo medieval con su torneo de caballos.
En la propia Gerona, podremos observar la sobriedad de su Catedral, el Barrio Judío, el Lago de Banyoles y el pueblo medieval de Besalú. Ya en los Pirineos, es imprescindible visitar la Vall de Nuria, con su espectacular monasterio en medio del valle, no sin antes pasar por el fabuloso monasterio de Santa Maria de Ripoll.
Passeig Maritim, 9
08397 Pineda De Mar (Barcelona)
937624529
250 km
500 km
300km
250
C/MARIA CARDONA, S/N
08370 Calella (Barcelona)
937691915
350 m
300 m
100m